Borges, el señor de los colores.
Olga Fuchs®
Aquel
lejano domingo de 2008, Miguel Ángel me acompañó a la inauguración, entusiasta
y curioso también, por la técnica de soporte y montaje de esas últimas obras de
Jacobo Borges.
Yo
nadé en luz y color, disfruté los espacios de Julio Maragall, impregnados de
color, color y más color.
El maestro Borges nos llevó de la poesía escrita a la
poesía del color, construyó un puente fluido, y nos acercó a la serenidad, en
un proceso, paradójicamente, dinámico.
Transcurrimos del poema, la emoción, al trazo del color, la
acción. Toda esa caligrafía de la luz hecha con gestos impecables, nos habló de
trascendencias y de flores
coloridas que en forma de reinvención pictórica, fotográfica y digitalizada,
explotaron sobre acrílico, y reafirmaron el estilo neo-figurativo que ha
destacado al maestro, quien alardeó de una destreza absoluta para fusionar lo
real y lo onírico.
El maestro llegó, y observé que no había cambiado mucho
físicamente. Fue mi profesor de expresión en la escuela de arquitectura, y por
conocerle en su precisión al responder, supe que era pertinente hacerle una
sola pregunta, para mi incipiente blog.
Me
acerqué y nos saludamos efusivamente. Recordamos los armoniosos espacios de los
talleres de diseño de la FAU, allá en la Universidad Central de Venezuela.
Luego de un rato, le pregunté al oído:
—
¿Cuál es tu color preferido?
—Ninguno.
Fíjate que no hay repeticiones de colores en mis obras—. Me respondió con una
sonrisa generosa.
Borges,
fue el personaje perfecto para iniciar las entrevistas “Prismas”. El firmamento
así lo dispuso.
2 comentarios:
Haber sido alumna de Borges es todo un privilegio que has tenido.
Borges es un genio.
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