En nuestra visita a Salamanca, con motivo de
hacer entrega de la placa dedicatoria de la segunda edición del Concurso
Internacional de Escritura Creativa al poeta Alfredo Pérez Alencart, recibimos de
las generosas manos de Jacqueline Alencar, un ejemplar de la edición española
de “Quijotes
con enaguas: Encrucijada de géneros en el siglo XVIII británico” de Miriam
Borham Puyal.
Al leer este
ensayo, se hace patente la influencia del Don Quijote de La Mancha en la
narrativa europea, ya que se trata de la primera novela en la que se interpreta
la realidad desde varios puntos de vista, lo que evidencia su complejidad, su
universalidad y su influencia indiscutible en la cultura occidental.
Es interesante el análisis de modelos de
escritura de mujer en un espacio – tiempo determinados, y en la quijotesca forma
de leer específica del siglo XVIII, que se nos presenta en “Quijotes con
enaguas”.
Podríamos proponer, a partir del mencionado
análisis, que a través de esa coincidencia temática compartida por un grupo de
autoras, se inscriben reflexiones teóricas de corte estético, literario e
inclusive político que impulsan subjetividades sólidas y abren senderos cuestionadores
del canon cultural, dibujando así, el mapa ideológico y de progreso histórico.
De la mano de Borham Puyal se nos hace fácil comprender
y concluir que el faro indiscutible de guía en esos caminos y encrucijadas es
la apropiación del clásico cervantino por parte de autoras y lectoras. Y esta
conclusión nos asombra, ya que no esperábamos evidencias de que un español haya
sido el motivador de tal penetración en el universo simbólico y en la
subjetividad de la fémina inglesa.
2 comentarios:
Creo que este escrito tiene una gran importancia para la comprensión de la influencia de las escritoras inglesas en la réplica del imaginario quijotesco y en las conquistas de derechos de las mujeres por ser inspiradoras de ideas.
Es un mapeo preciso de las escritoras inglesas que siguieron los caminos quijotescos, y que abrieron otros tantos, muy importantes en el desarrollo de ideales femeninos.
Un abrazo para ti Olga.
Publicar un comentario