El tema de las competencias no es una novedad
educativa, pues por mucho tiempo se ha investigado y reflexionado sobre este
concepto Las competencias fundamentales que se deben desarrollar para lograr desenvoltura
lingüística se consideran tres facultades: Escribir mejor, leer mejor y ser
mejor. En nuestras clases de Taller Introductorio sobre Escritura Creativa nos
enfocaremos en las dos primeras, por ser las Competencias Especializadas de
Escritura, y por lo tanto, las que nos competen y haremos una recopilación de
los planteamientos de los autores más influyentes en esta área.
A.-
Leer mejor
El psicólogo suizo Jean Piaget planteó que desde la
niñez estructuramos nuestra capacidad y sus conocimientos a partir del entorno que
no haya pertenecido, por medio de estructurar experiencias, impresiones, y a
través de la organización de los instrumentos de expresión. Así cuando leímos o
escuchamos un cuento fantástico o de hadas, que trataba sobre algo nuevo,
pudimos aprender y asimilar con ayuda de sus conceptos y experiencias
acumulativas, para alcanzar una comprensión más profunda y desarrollar un nuevo
concepto, acomodamos los conocimientos nuevos a conocimientos viejos de forma
incesante.
Según Piaget: “La fantasía del niño es una de las
condiciones más importantes para la asimilación de la experiencia social o los
conocimientos”, de esta forma podemos comprender que es importante promover la
construcción de la lengua escrita a partir de los aspectos comprensivos,
comunicativos y pragmáticos; y teniendo como marco de referencia la comprensión
de los diversos momentos de desarrollo, de conocimiento, para lo cual es
necesario tener presente la importancia de las funciones sociales y culturales
de la lectura”. (Piaget, 1978: 23). La reflexión de Piaget nos induce a
considerar cómo los niños, en un proceso de indagación y construcción activa se
aproximan al sistema alfabético de diferentes maneras dependiendo de muchos
factores; qué problemas se plantean, cómo los resuelven y las diferentes
hipótesis que se formulan en el intento de comprender el conocimiento.
Otras de la premisas de Jean Piaget son: “Leer no es
descifrar, sino construir sentido a partir de los signos gráficos y de los
esquemas del pensamiento del lector” (Piaget, 1978: 31) y “Escribir no es
copiar, sino producir sentido por medio de los signos gráficos y de los
esquemas de pensamiento de quien escribe”. (Piaget, 1978: 45). A partir de lo
anterior nos planteamos que es coherente privilegiar la enseñanza colectiva,
aspecto en el que encaja perfectamente el modelo de talleres literarios, y
propiciar una pedagogía enfocada en el desarrollo de:
1.- Competencia Enciclopédica que es el conocimiento
de las cosas y del mundo, de todas las realidades que conforman el universo
físico y mental con un enfoque utilitario hacia los fines del escritor. Un
producir sentido y conocimiento a partir de otros conocimientos.
2.- Competencia Comprensiva que es el dominio de la
capacidad de síntesis de todos los parámetros de la comunicación: autor,
mensaje, función del texto y destinatarios. Para un buen aprendizaje hay tres
factores esenciales: Observación, investigación y el descubrimiento por nuestra
propia experiencia. Un saber hacer en un contexto dado.
B.-
Escribir mejor.
Este punto es crucial en nuestro Taller
Introductorio sobre Escritura Creativa. Para producir escritos literarios de
carácter narrativo o ensayístico es fundamental desarrollar:
1.- La Competencia Gramatical Avanzada que está
referida al manejo de vocabulario
y sintaxis articulados en el texto para una comprensión precisa del significado
literal de las expresiones lingüísticas.
La competencia gramatical (también llamada
competencia lingüística) es la capacidad de una persona para producir
enunciados gramaticales en una lengua, que respeten las reglas de la gramática
de dicha lengua en todos sus niveles (vocabulario, formación de palabras y
oraciones, pronunciación y semántica). También se define como el conocimiento
implícito que un hablante posee sobre su propia lengua, el cual le permite no
sólo codificar mensajes que respeten las reglas de la gramática, sino también
comprenderlos y emitir juicios sobre su gramaticalidad.
El concepto de competencia gramatical fue propuesto
por Noah Chomsky en la obra Estructuras sintácticas, y constituye un concepto
fundamental en la tradición de la llamada Gramática Generativa, que se propone
como fin último hacer explícito el conocimiento implícito sobre la propia
lengua que tienen los hablantes.
En el avance de los conceptos, Dell Hymes, en sus
trabajos de sociolingüística y de entografía de la comunicación, propuso hacia
los años 70 del siglo XX la idea de competencia comunicativa como una capacidad
de alcance amplio que permite a un hablante comportarse comunicativamente de forma
adecuada, para lo cual debe poseer un dominio sobre las reglas gramaticales de
buena formación de oraciones, y propiedad sobre las reglas que determinan el
uso de la lengua en la producción de enunciados adecuados en el contexto
discursivo.
Canale relaciona el concepto de competencia gramatical
con la capacidad de comunicación de los individuos y con el análisis de los
componentes que la integran: “…se centra directamente en el conocimiento y la
habilidad requeridos para emprender y expresar adecuadamente el sentido literal
de las expresiones”. (Canale, 1983: 24)
El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas
adopta otra estructura de descripción de la competencia comunicativa y la
considera conformada por la competencia lingüística, la sociolingüística y la
pragmática; la competencia lingüística está integrada, a su vez, por la léxica, la gramatical, la semántica,
la fonológica, la ortográfica y la ortoépica (capacidad de articular una
pronunciación correcta partiendo de la forma escrita). En una detallada
descripción de cada una de estas competencias y subcompetencias, el Marco Común
Europeo ofrece unas escalas con seis
niveles de dominio de cada una de ellas. Dentro de la complejidad de estos
estudios debemos resaltar, y para efectos de los intereses de nuestro taller,
que es fundamental incentivar la riqueza de vocabulario, el dominio del
vocabulario, la corrección gramatical, el dominio de la pronunciación y el
dominio de la ortografía.
2.- La Competencia Sociolingüística es el manejo del contexto, situación o visión del
mundo compartida por un emisor y un receptor, sumando las variedades
lingüísticas, niveles de lengua y registros propios del emisor y/o del
receptor, del tema o del campo de conocimiento del que se trate. Todo lo cual
involucra la comprensión de la idiosincrasia de un grupo social.
Es necesario que cultivemos la capacidad de
analizar, contrastar, comparar, aplicar, resumir, establecer relaciones
causales y trazar analogías, solo así enriqueceremos nuestro proceso
escritural, porque la escritura requiere de creatividad y capacidad de
invención y se necesita además de la interpretación y de las inferencias
lógicas y coherentes con la realidad que se va a contextualizar. La comprensión
de nuestra realidad enriquece el proceso escritural porque el acto de escribir
es una oportunidad para pensar coherentemente sobre un tópico específico con un
propósito comunicativo claro.
3.- La Competencia Discursiva es el dominio de la combinación de formas
lingüísticas para elaborar un texto (escrito u oral) en diferentes géneros o
tipos de texto, así como de la polifonía narrativa.
La competencia discursiva hace referencia a la
capacidad de una persona para desenvolverse de manera eficaz y adecuada en una
lengua, combinando formas gramaticales y significado para lograr un texto
trabado (oral o escrito), en diferentes situaciones de comunicación. Incluye,
entonces, el dominio de las habilidades y estrategias que permiten a los interlocutores producir e
interpretar textos, así como el de los rasgos y características propias de los
distintos géneros discursivos de la comunidad de habla en que la persona se
desenvuelve.
El modelo más reciente de descripción de la competencia
discursiva es el del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, que la
incluye como una más de las competencias pragmáticas y la describe en términos
de dominio tanto de géneros discursivos como de secuencias textuales. En su
definición de esta competencia destaca la capacidad de dirigir y estructurar el
discurso, ordenar las frases en secuencias coherentes y organizar el texto
según las convenciones de una comunidad determinada para explicar historias,
construir argumentaciones o disponer en párrafos los textos escritos. El Marco
Común Europeo señala algunos aspectos fundamentales en torno a la competencia
discursiva:
1.- La flexibilidad ante las circunstancias en que
se desarrolla la comunicación.
2.- El desarrollo temático.
4.- La coherencia y cohesión de los textos escritos.
Sí, el desarrollo temático ha de ser coherente,
cohesionado y sin embargo, flexible ante las circunstancias que se presenten.
No es imposible, si nos plantamos ante la hoja en blanco como tales escritores
creativos.
Por esto y porque sabemos que el alumno acude al
taller con unas capacidades en potencia, entendemos que es probable que solo
necesiten ser activadas por medio del aprender haciendo y de un buen
acompañamiento por parte del profesor para que explore las posibilidades que
tiene en cuanto a la lengua escrita.
El desarrollo de las competencias se logra a partir
de la participación activa entre los talleristas, la creación colectiva de los
saberes, significados y realidades, y el desarrollo a través del encuentro con
el otro. La actividad de
escritura en grupo propicia el trabajo cooperativo; los miembros ejercen un
papel de receptores provisionales del escrito y el intercambio de juicios
críticos; permite utilizar una especie de doble punto de vista durante la
tarea, a la vez que las sugerencias de unos y otros favorecen la mutua
observación de las estrategias de escritura utilizadas y la adquisición de las
que se revelan como más eficaces.
Después de haber revisado los conceptos de
competencias abordando varias corrientes de pensamientos, haremos énfasis en las
competencias que tienen que ver más con la producción de textos, donde el
alumno no únicamente sabe sobre la lengua y sus funciones, o “saber sobre el
lenguaje” (teoría gramatical, normas de uso de los signos lingüísticos, teoría
sobre la puntuación…); sino que más bien explore con el lenguaje “Hacer con el
lenguaje”, es decir, el uso que se le da en situaciones comunicativas, y en la producción
de enunciados coherentes y pertinentes en su desempeño comunicativo.
Precisemos que un proyecto de escritura potencia
las fases de planificación y revisión, y atiende a la planificación,
textualización y revisión del escrito, no como un proceso lineal, sino cíclico.
Asignación:
Crear un cuento corto a partir de una noticia no relacionada con motorizados o
indígenas (Máximo una cuartilla). Recuerden que la composición requiere de
creatividad y capacidad de invención; además de la interpretación y de las
inferencias lógicas y coherentes con la realidad que se va a contextualizar.
Tienen
la oportunidad para pensar sobre un tópico específico con un propósito
comunicativo claro, en una ocasión particular. ¡A jugar con las palabras y a
perder el temor a la “hoja en blanco”!
Referencias
Canale,
M. De la competencia comunicativa a la
pedagogía comunicativa del lenguaje. Madrid: Edelsa, 1983.
Chomsky,
N. Estructuras sintácticas Buenos
Aires, Siglo XXI, 1999.
Hymes,
D. Models of the interaction of language
and social life. J. Gumperz & D. New York.1972.
Marco
común europeo de referencia para las lenguas: Aprendizaje, enseñanza,
evaluación. Instituto Cervantes. 2002. http://cvc.cervantes.es/obref/marco
Piaget,
J. El equilibrio de las estructuras
cognitivas. Problema central del desarrollo. Madrid: Siglo XXI, 1978.