miércoles, 28 de enero de 2015

Desarrollo de competencias lingüísticas.




El tema de las competencias no es una novedad educativa, pues por mucho tiempo se ha investigado y reflexionado sobre este concepto Las competencias fundamentales que se deben desarrollar para lograr desenvoltura lingüística se consideran tres facultades: Escribir mejor, leer mejor y ser mejor. En nuestras clases de Taller Introductorio sobre Escritura Creativa nos enfocaremos en las dos primeras, por ser las Competencias Especializadas de Escritura, y por lo tanto, las que nos competen y haremos una recopilación de los planteamientos de los autores más influyentes en esta área.
A.- Leer mejor
El psicólogo suizo Jean Piaget planteó que desde la niñez estructuramos nuestra capacidad y sus conocimientos a partir del entorno que no haya pertenecido, por medio de estructurar experiencias, impresiones, y a través de la organización de los instrumentos de expresión. Así cuando leímos o escuchamos un cuento fantástico o de hadas, que trataba sobre algo nuevo, pudimos aprender y asimilar con ayuda de sus conceptos y experiencias acumulativas, para alcanzar una comprensión más profunda y desarrollar un nuevo concepto, acomodamos los conocimientos nuevos a conocimientos viejos de forma incesante.
Según Piaget: “La fantasía del niño es una de las condiciones más importantes para la asimilación de la experiencia social o los conocimientos”, de esta forma podemos comprender que es importante promover la construcción de la lengua escrita a partir de los aspectos comprensivos, comunicativos y pragmáticos; y teniendo como marco de referencia la comprensión de los diversos momentos de desarrollo, de conocimiento, para lo cual es necesario tener presente la importancia de las funciones sociales y culturales de la lectura”. (Piaget, 1978: 23). La reflexión de Piaget nos induce a considerar cómo los niños, en un proceso de indagación y construcción activa se aproximan al sistema alfabético de diferentes maneras dependiendo de muchos factores; qué problemas se plantean, cómo los resuelven y las diferentes hipótesis que se formulan en el intento de comprender el conocimiento.
Otras de la premisas de Jean Piaget son: “Leer no es descifrar, sino construir sentido a partir de los signos gráficos y de los esquemas del pensamiento del lector” (Piaget, 1978: 31) y “Escribir no es copiar, sino producir sentido por medio de los signos gráficos y de los esquemas de pensamiento de quien escribe”. (Piaget, 1978: 45). A partir de lo anterior nos planteamos que es coherente privilegiar la enseñanza colectiva, aspecto en el que encaja perfectamente el modelo de talleres literarios, y propiciar una pedagogía enfocada en el desarrollo de:
1.- Competencia Enciclopédica que es el conocimiento de las cosas y del mundo, de todas las realidades que conforman el universo físico y mental con un enfoque utilitario hacia los fines del escritor. Un producir sentido y conocimiento a partir de otros conocimientos.
2.- Competencia Comprensiva que es el dominio de la capacidad de síntesis de todos los parámetros de la comunicación: autor, mensaje, función del texto y destinatarios. Para un buen aprendizaje hay tres factores esenciales: Observación, investigación y el descubrimiento por nuestra propia experiencia. Un saber hacer en un contexto dado.

B.- Escribir mejor.
Este punto es crucial en nuestro Taller Introductorio sobre Escritura Creativa. Para producir escritos literarios de carácter narrativo o ensayístico es fundamental desarrollar:
1.- La Competencia Gramatical Avanzada que está referida al manejo de vocabulario y sintaxis articulados en el texto para una comprensión precisa del significado literal de las expresiones lingüísticas.
La competencia gramatical (también llamada competencia lingüística) es la capacidad de una persona para producir enunciados gramaticales en una lengua, que respeten las reglas de la gramática de dicha lengua en todos sus niveles (vocabulario, formación de palabras y oraciones, pronunciación y semántica). También se define como el conocimiento implícito que un hablante posee sobre su propia lengua, el cual le permite no sólo codificar mensajes que respeten las reglas de la gramática, sino también comprenderlos y emitir juicios sobre su gramaticalidad.
El concepto de competencia gramatical fue propuesto por Noah Chomsky en la obra Estructuras sintácticas, y constituye un concepto fundamental en la tradición de la llamada Gramática Generativa, que se propone como fin último hacer explícito el conocimiento implícito sobre la propia lengua que tienen los hablantes.
En el avance de los conceptos, Dell Hymes, en sus trabajos de sociolingüística y de entografía de la comunicación, propuso hacia los años 70 del siglo XX la idea de competencia comunicativa como una capacidad de alcance amplio que permite a un hablante comportarse comunicativamente de forma adecuada, para lo cual debe poseer un dominio sobre las reglas gramaticales de buena formación de oraciones, y propiedad sobre las reglas que determinan el uso de la lengua en la producción de enunciados adecuados en el contexto discursivo.
Canale relaciona el concepto de competencia gramatical con la capacidad de comunicación de los individuos y con el análisis de los componentes que la integran: “…se centra directamente en el conocimiento y la habilidad requeridos para emprender y expresar adecuadamente el sentido literal de las expresiones”. (Canale, 1983: 24)
El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas adopta otra estructura de descripción de la competencia comunicativa y la considera conformada por la competencia lingüística, la sociolingüística y la pragmática; la competencia lingüística está integrada, a su vez,  por la léxica, la gramatical, la semántica, la fonológica, la ortográfica y la ortoépica (capacidad de articular una pronunciación correcta partiendo de la forma escrita). En una detallada descripción de cada una de estas competencias y subcompetencias, el Marco Común Europeo  ofrece unas escalas con seis niveles de dominio de cada una de ellas. Dentro de la complejidad de estos estudios debemos resaltar, y para efectos de los intereses de nuestro taller, que es fundamental incentivar la riqueza de vocabulario, el dominio del vocabulario, la corrección gramatical, el dominio de la pronunciación y el dominio de la ortografía.
2.- La Competencia Sociolingüística es el manejo del contexto, situación o visión del mundo compartida por un emisor y un receptor, sumando las variedades lingüísticas, niveles de lengua y registros propios del emisor y/o del receptor, del tema o del campo de conocimiento del que se trate. Todo lo cual involucra la comprensión de la idiosincrasia de un grupo social.
Es necesario que cultivemos la capacidad de analizar, contrastar, comparar, aplicar, resumir, establecer relaciones causales y trazar analogías, solo así enriqueceremos nuestro proceso escritural, porque la escritura requiere de creatividad y capacidad de invención y se necesita además de la interpretación y de las inferencias lógicas y coherentes con la realidad que se va a contextualizar. La comprensión de nuestra realidad enriquece el proceso escritural porque el acto de escribir es una oportunidad para pensar coherentemente sobre un tópico específico con un propósito comunicativo claro.
3.- La Competencia  Discursiva es el dominio de la combinación de formas lingüísticas para elaborar un texto (escrito u oral) en diferentes géneros o tipos de texto, así como de la polifonía narrativa.
La competencia discursiva hace referencia a la capacidad de una persona para desenvolverse de manera eficaz y adecuada en una lengua, combinando formas gramaticales y significado para lograr un texto trabado (oral o escrito), en diferentes situaciones de comunicación. Incluye, entonces, el dominio de las habilidades y estrategias  que permiten a los interlocutores producir e interpretar textos, así como el de los rasgos y características propias de los distintos géneros discursivos de la comunidad de habla en que la persona se desenvuelve.
El modelo más reciente de descripción de la competencia discursiva es el del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, que la incluye como una más de las competencias pragmáticas y la describe en términos de dominio tanto de géneros discursivos como de secuencias textuales. En su definición de esta competencia destaca la capacidad de dirigir y estructurar el discurso, ordenar las frases en secuencias coherentes y organizar el texto según las convenciones de una comunidad determinada para explicar historias, construir argumentaciones o disponer en párrafos los textos escritos. El Marco Común Europeo señala algunos aspectos fundamentales en torno a la competencia discursiva:
1.- La flexibilidad ante las circunstancias en que se desarrolla la comunicación.
2.- El desarrollo temático.
4.- La coherencia y cohesión de los textos escritos.
Sí, el desarrollo temático ha de ser coherente, cohesionado y sin embargo, flexible ante las circunstancias que se presenten. No es imposible, si nos plantamos ante la hoja en blanco como tales escritores creativos.
Por esto y porque sabemos que el alumno acude al taller con unas capacidades en potencia, entendemos que es probable que solo necesiten ser activadas por medio del aprender haciendo y de un buen acompañamiento por parte del profesor para que explore las posibilidades que tiene en cuanto a la lengua escrita.
El desarrollo de las competencias se logra a partir de la participación activa entre los talleristas, la creación colectiva de los saberes, significados y realidades, y el desarrollo a través del encuentro con el otro. La actividad de escritura en grupo propicia el trabajo cooperativo; los miembros ejercen un papel de receptores provisionales del escrito y el intercambio de juicios críticos; permite utilizar una especie de doble punto de vista durante la tarea, a la vez que las sugerencias de unos y otros favorecen la mutua observación de las estrategias de escritura utilizadas y la adquisición de las que se revelan como más eficaces.

Después de haber revisado los conceptos de competencias abordando varias corrientes de pensamientos, haremos énfasis en las competencias que tienen que ver más con la producción de textos, donde el alumno no únicamente sabe sobre la lengua y sus funciones, o “saber sobre el lenguaje” (teoría gramatical, normas de uso de los signos lingüísticos, teoría sobre la puntuación…); sino que más bien explore con el lenguaje “Hacer con el lenguaje”, es decir, el uso que se le da en situaciones comunicativas, y en la producción de enunciados coherentes y pertinentes en su desempeño comunicativo.

Precisemos que un proyecto de escritura potencia las fases de planificación y revisión, y atiende a la planificación, textualización y revisión del escrito, no como un proceso lineal, sino cíclico.

Asignación: Crear un cuento corto a partir de una noticia no relacionada con motorizados o indígenas (Máximo una cuartilla). Recuerden que la composición requiere de creatividad y capacidad de invención; además de la interpretación y de las inferencias lógicas y coherentes con la realidad que se va a contextualizar.
Tienen la oportunidad para pensar sobre un tópico específico con un propósito comunicativo claro, en una ocasión particular. ¡A jugar con las palabras y a perder el temor a la “hoja en blanco”!


Referencias
Canale, M. De la competencia comunicativa a la pedagogía comunicativa del lenguaje. Madrid: Edelsa, 1983.
Chomsky, N. Estructuras sintácticas Buenos Aires, Siglo XXI, 1999.
Hymes, D. Models of the interaction of language and social life. J. Gumperz & D. New York.1972.
Marco común europeo de referencia para las lenguas: Aprendizaje, enseñanza, evaluación. Instituto Cervantes. 2002. http://cvc.cervantes.es/obref/marco

Piaget, J. El equilibrio de las estructuras cognitivas. Problema central del desarrollo. Madrid: Siglo XXI, 1978.

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