Para establecer el marco teórico que sustenta las bases de la Escritura
Creativa es necesario tener claro que la
escritura es la parte del lenguaje que ayuda a la estructuración del
pensamiento, y es una de las formas de comunicación más amplia, lo que implica
la necesidad de escribir de forma clara y precisa.
Si tomamos en consideración que: “El lenguaje
general y la escritura son elementos esenciales para el desarrollo, la educación
y la formación del hombre” (Rodari,
1973: 14) podremos comprender que la escritura como instrumento de
comunicación, pensamiento y conocimiento, como objeto de reflexión y análisis, es
básica para la construcción de la significación a través de los múltiples
códigos y formas de simbolizar.
Como instrumento de formación, la lengua permite
desarrollar un proceso de integración a la sociedad. Como instrumento de
pensamiento, posibilita organizar, sistematizar y expresar ideas, sentimientos
y deseos y como instrumento de conocimiento, constituye una mediación en la
adquisición de conocimientos en todas las demás áreas y en la formación de
valores, aptitudes y destrezas.
La escritura como sistema convencional de signos y
como sistema de relaciones y significaciones, constituye una disciplina que se
convierte en objeto de reflexión y análisis. Y en definitiva, se puede entender
la escritura como la forma en que las palabras se seleccionan y combinan, y que
es inherente a los individuos y a los grupos: su lenguaje.
Los estructuralistas dicen que el lenguaje tiene
tres niveles organizados jerárquicamente: Sonidos, combinaciones de sonidos
para formar las palabras y combinaciones de palabras para formar las oraciones
y las frases. En el plano fonemático analizan los sonidos; en el morfema
sintáctico se describen las combinaciones de sonidos en unidades con
significado (los morfemas y sus combinaciones para formar palabras), en el
sintagma el enfoque se centra en las combinaciones de palabras que forman
oraciones y frases.
Respecto a las clases de lenguaje podemos precisar
que los códigos no lingüísticos se refieren a una gran variedad de formas y
sistemas de comunicación con los cuales el hombre, sin hacer uso del lenguaje articulado,
puede construir y transmitir mensajes, como en la vida diaria que recurrimos
constantemente al lenguaje mímico (levantamos la mano para saludar); al
pictórico o icono (señales viales e historietas).
Por otra parte, constituyen también lenguajes los
símbolos matemáticos, los signos musicales, los numerosos signos convencionales
utilizados en las distintas ramas de la ciencia o la técnica, así como los diversos
“lenguajes” usados hoy en el campo de
ordenadores.
Los siguientes lenguajes son los más usados en la
vida cotidiana de cada individuo.
v Lenguaje oral.
v Lenguaje gestual.
v Lenguaje escrito.
Son los lenguajes básicos, ciertamente, sin
embargo, debemos precisar que la escritura evoluciona en nosotros a través de
modos desconocidos, y no sabemos cuáles serán los derroteros que cursará el
lenguaje como tal. También debemos recordar que, como tales escritores,
provenimos del tiempo de los escribas y que nuestro propio desarrollo viene
desde adentro, lugar desde el cual atribuimos una función simbólica y de
registros a los textos, nos trasladamos de la lectura mecánica a una lectura
comprensiva, viajamos de la codificación a la decodificación (entendida como
relación fonema-grafema) y logramos la comprensión del texto, cómo está
articulado o cómo está establecida la alternancia de los niveles narrativos y
la perspectiva que adopta el narrador de dicho texto, como narrador
omnisciente, protagonista o testigo. Si acaso no sean percatado, lo que acaban de leer es un cuento
en sí, impregnado de la más volátil ficción.
Y continuemos. Debemos recordar que la
alfabetización o el aprendizaje de la lecto-escritura, es un proceso continuo,
así que es probable que la aparición de nuevos lenguajes sea posible y las
variaciones de lo mencionado anteriormente son, en realidad, infinitas.
En cuanto a la composición es definitivo que ésta requiere
de creatividad y capacidad de invención; se necesita además de la interpretación
y de las inferencias lógicas y coherentes con la realidad que se va a
contextualizar. La composición enriquece el proceso de escritura porque se aprende
a escribir escribiendo. El acto de escribir es una oportunidad para pensar
coherentemente sobre un tópico específico con un propósito comunicativo claro, en
una ocasión particular.
Planteado ya el panorama general de lo que implica el
lenguaje, pasamos a estructurar el marco conceptual de nuestra
temática y para ello podemos partir del análisis de las conceptualizaciones y
enfoques sobre Escritura Creativa, utilizando a autores tales como Timbal-Duclaux
(2004), Cassany (1999), Sauter (2006) y Pérez Abril (2013). Son obras básicas
para la comprensión de los conceptos que delimitan a la Escritura Creativa.
Escritura creativa. Técnicas
para liberar la inspiración y métodos de redacción (Timbal-Duclaux,
2004). Este libro, de una manera sencilla, enseña a dar forma a la inspiración;
a sacarla afuera, pues muchas veces la tenemos y no sabemos cómo liberarla o
expresarla. En palabras del autor: “¿Qué decir sobre un tema y cómo decirlo? La
antigua retórica dividía el arte de escribir en cuatro partes sucesivas. La
invención, o arte de encontrar las ideas. La disposición, o arte de ponerlas en
orden construyendo un plan. La elocución, o arte de elegir las palabras y
formar las frases. Finalmente, la presentación, que podía ser ya oral, ya
escrita. Ahora bien, si usted escucha a los profesores o examina atentamente
los manuales existentes sobre el arte de escribir, comprobará que ellos se
extienden largamente sobre las dos últimas partes, pero muy poco sobre las otras
dos. Y sobre todo sobre la primera, que está, sin embargo, en la base de todas
las demás: el arte de encontrar las ideas. Esto no debe asombrar porque,
efectivamente, es la más difícil”. (Timbal-Duclaux, 2004: 11).
En
Construir la escritura (Cassany, 1999),
el autor plantea que escribir consiste en disponer las palabras de modo que
expresen con precisión lo que uno quiere transmitir a otros; y esto todavía
sigue siendo difícil. Por tanto, el aprendiz sigue necesitando a docentes
preparados que le muestren cómo se construyen los discursos escritos y cómo se
deben utilizar las palabras para que signifiquen en cada contexto lo que uno
pretende.
Construir la escritura se
dirige a los docentes (de lengua y de otras materias) y responde a las
siguientes preguntas: ¿Qué sabemos hoy del acto de escribir?, ¿Cuál es la mejor
manera de enseñar?, ¿Y de evaluar? Este volumen sintetiza las teorías actuales
sobre la composición escrita, ejemplifica los conceptos más relevantes, explora
las prácticas escritoras de los institutos de secundaria y propone una
alternativa didáctica, teórica y práctica, con ejemplos de actividades
experimentadas y comentadas.
En
Teoría y práctica del proceso creativo (Sauter,
2006), encontramos entrevistas a Ernesto Sábato, Ana María Fagundo, Olga
Orozco, José Watanabe, Raúl Zurita y María Rosa Lojo con la precisión acerca de
lo que es la Escritura
Creativa. En esta definición, precisa Sauter,
se enmarcan los escritos de ficción y no ficción que están más allá de las
disciplinas de comunicación como el periodismo, los escritos técnicos y las
creaciones académicas.
En referencia a los talleres de Escritura Creativa es
oportuno el planteamiento de Mauricio Pérez Abril, autor que nos
proporciona dos citas extraídas de sus escritos teóricos de las que podemos
sacar provecho: “Debemos pensar una
propuesta de formación en un formato diferente al de “curso”, pues este término
da la idea de que “alguien” le enseña a "alguien". En este marco,
sobre la complejidad en la escritura de los docentes, propongo que pensemos la
posibilidad de existencia de un espacio de reflexión crítica sobre las
prácticas de escritura "creativa" adelantadas por los docentes”. (Pérez
Abril, 2013: 14).
En este sentido continúa el autor: “… el impacto de
las propuestas en la escuela debería tener en cuenta lo siguiente: La
integración y organización del equipo de maestros en torno al desarrollo de la propuesta y la caracterización de algunos modelos de
enseñanza de escritura creativa; los
cambios en las estructuras
convencionales (nuevo enfoque del aprendizaje de la escritura, participación de
los padres de familia, procesos de escritura por parte de los maestros,
socialización de los textos escritos por los estudiantes y por los maestros);
los aportes a la pedagogía de la creación literaria" (Pérez Abril, 2013:
20).
Comprendemos
que para posibilitar el ingreso a
la cultura escrita y a las prácticas sociales de lenguaje, no basta con lograr
el aprendizaje de la escritura y la lectura convencional, se necesita propiciar
situaciones de participación efectiva en esas prácticas y reconocimiento de las
funciones y usos que los textos cumplen en los grupos sociales. Se requiere
también, aprender a reconocer los elementos que constituyen esas prácticas sociales
de lenguaje, analizarlos y conceptualizarlos.
Pérez Abril continúa su planteamiento de forma precisa:
“Nos basamos, especialmente en una perspectiva histórico-cultural, en la medida
en que permite pensar en el lenguaje como una práctica situada socio
históricamente posibilita ver el diseño de situaciones didácticas más allá de
la clásica idea de desarrollo cognitivo como el criterio de organización de la
enseñanza. Desde este enfoque sociocultural, planteamos que la calidad de las
interacciones que la escuela le propone al niño empuja su desarrollo, lo que
implica asumir que ese desarrollo, en este caso del lenguaje, no depende
exclusivamente de las disposiciones y condiciones naturales del sujeto, como se
señala en el epígrafe, sino, en gran medida, del tipo de situaciones,
experiencias e interacciones a las que tenga acceso” (Pérez Abril, 2013: 17).
De
esta forma verificamos que la socialización de los textos escritos también es
fundamental, como proceso de examen de logros y alcances de los esfuerzos
realizados en el área. El propiciar ciclos de creación y reflexión entre los
estudiantes y participantes de talleres, sobre lo creado es fundamental desde
el punto de vista del acto de escribir, encontramos que no se trata sólo de
transcribir de lo oral a lo escrito, sino que escribir es asumir que hay otro
que no está presente y que eso implica unas operaciones de planeación y de
estructuración del lenguaje.
Al verse inmersos en la escritura de textos intermedios y
textos para publicar van comprendiendo que la escritura de un texto es una
actividad compleja que requiere de procesos con alta calidad de interacción.
En esa perspectiva, el enfoque teórico debe orientarse a
pensar en el trabajo sobre el lenguaje desde la arista del diseño de las mencionadas
situaciones de socialización de los textos, las situaciones y las formas de
configurar las interacciones y los procesos del lenguaje. Optemos por una
perspectiva que posibilite responder a cómo construir situaciones en las que se
generen las condiciones para que ocurra el aprendizaje, y para el ingreso de
nuevos talentos a la cultura escrita y a las prácticas de lenguaje.
El marco conceptual de la Escritura Creativa lo
reforzamos a partir de la revisión de las conclusiones del VI Congreso de Investigación y Creación
Intelectual realizado en la Universidad Metropolitana, año 2008. Encontramos
enfoques clarificadores del concepto de Escritura Creativa: “Aquella escritura
que defiende y busca, conscientemente, valores estéticos en el uso del
lenguaje, independientemente del género, en el cual se enmarque el texto”. (Nieves Montero, 2008: 4).
De la revisión mencionada extraemos que otra
definición posible de la llamada Escritura Creativa sería: “Aquella en que
definimos dicho proceso, como la creación de literatura en sus varias formas,
alejadas de la pura interpretación” (Nieves Montero, 2008: 6).
Para el desarrollo de nuestro Taller Introductorio
de Escritura Creativa, nos centraremos en los dos conceptos anteriores.
Revisemos a continuación un poco de historia. La
Escritura Creativa interpretada como tal, surgió entre 1880 y 1940, período en
el que el proceso creativo fue dando lugar a nuevas corrientes expresivas. El
primer autor que usó el término “escritura creativa” fue Ralph Waldo Emerson,
escritor, filósofo y poeta norteamericano: "Existe
una lectura creativa así como existe una escritura
creativa". Él también propuso:
"Primero comemos, después engendramos; primero leemos, después escribimos”
en su ensayo “Primero
leemos, después escribimos”
en el que establece su concepción
sobre la relación entre la escritura y la lectura, y apreciamos que la
comprendió como ciclos.
Definió a la Escritura Creativa como aquella que
incluye un proceso creativo y alejado de la pura interpretación. Emerson
realizó algunas precisiones conceptuales vinculadas a los géneros considerados
dentro de la Escritura Creativa y son reconocidos como tales los poesía, la
épica, las novelas, relatos e historias cortas, la autobiografía, las memorias,
la ficción flash, la
dramaturgia, los cuentos, el guion, el ensayo, la composición y las biografías
noveladas.
Las diversas opiniones de
estudiosos del tema, amplia aún más el panorama, y la reflexión crítica se hace
imperiosa al comprender los siguientes planteamientos realizados en el marco
del I Simposio sobre Escritura Creativa en el conjunto de auditorios de la
universidad Simón Bolívar: “La idea de la palabra ya estaba en el
jeroglífico. Mucho después estuvo en la palabra escrita, donde regida por el
alfabeto, fue enmascarada, contenida, regulada y compartida. Ahora, en un mundo
audiovisual, donde impera una nueva modalidad de analfabetismo, la palabra
escrita se siente en desventaja, desprotegida, ante las nuevas formas mutantes
de los olvidados jeroglifos prehistóricos. Formas más audaces, configuradas por
tecnologías que crean imágenes plásticas y sonoras, virtuales, múltiples y
cambiantes, en continuo desplazamiento y de alternancias de niveles narrativos.
Ante tan imprevisto reencuentro ¿hacia dónde mutará la palabra escrita? ¿Sabrá
renacer de la imagen y del silencio?”.(Gutiérrez, 2010: 5).
Este
planteamiento apunta a razones históricas y sociológicas que podrían conducir a
responder estas interrogantes. Las respuestas se han de buscar en el cambio del
orden del discurso, y nos conduce a pensar en la necesaria apertura de los
espacios académicos hacia la generación y promoción de nuevas formas de asumir
el diálogo y debate, para el necesario ensayo de la teoría y la práctica, es
decir la apertura de talleres literarios. También nos induce a reflexionar
sobre la acción narrativa que no siempre corresponde a una secuencia
estructurada y lógica de acontecimientos, en base a la sucesividad y
causalidad, ni dotada de un significado unitario. Es posible que la
articulación de un texto contemple la alternancia de niveles narrativos o la
superposición de planos temporales, así como variantes en las perspectivas que
adopta un narrador, el cual puede ubicarse como protagonista, testigo o como
narrador omnisciente.
Como
cierre a esta segunda clase teórica referimos al poeta Rafael Courtoisie en su
ponencia durante el I Simposio sobre Escritura Creativa, Universidad Simón
Bolívar, el día 22 de noviembre de 2011, nos otorga la siguiente consideración
que consolida lo anterior: y apuntala nuestra actividad tallerista: “…Toda la
situación presentada nos hace fijarnos
en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, los talleres literarios y
concursos (así como las publicaciones de las editoriales privadas de autores)
han contribuido a marcar una presencia notable de narradores jóvenes con
notable talento, manejo de la lengua y de la creatividad; de lo que se deduce
que una adecuada y constante promoción de talleres y concursos contribuye de
manera notable en la formación del acervo literario y por supuesto, niveles
óptimos de calidad literaria…”. (Courtoisie, 2011: 3)
Referencias.
Cassany,
D. Construir la escritura. Ed. Paidós.
Barcelona. 1999.
Courtoisie,
R. Ponencia Crisis o vigencia de los
géneros. Resignificaciones del nuevo
milenio I Simposio sobre Escritura Creativa, Universidad Simón Bolívar. www.concursointernacionaldeescrituracreativa.com.
2011.
Gutiérrez
Plaza, A. Ponencia Reflexiones en torno a
convivencia de la creación poética y la crítica e investigación universitarias.
I Simposio sobre Escritura Creativa, Universidad Simón Bolívar. www.concursointernacionaldeescrituracreativa.com.
2011.
Nieves
Montero, J. Ponencia De la creatividad en
la escritura. VI Congreso de Investigación y Creación Intelectual
Universidad Metropolitana. Cuadernos Unimetanos. 2008.
Rodari,
G. Gramática de la fantasía. Ed. Einaudi. Turín. 1973.
Sauter,
S. Teoría y práctica del proceso creativo,
Ed. Iberoamericana, Madrid. 2006.
Timbal-Duclaux,
L. Escritura creativa. Técnicas para liberar la inspiración y métodos de
redacción. Ed. Edaf, Madrid. 2004.
Pérez
Abril, Mauricio. Leer y escribir en la
escuela: Algunos escenarios pedagógicos
y didácticos para la reflexión. http://www.educarchile.cl. 2013.
Villanueva,
D. Glosario de narratología. Ediciones
Júcar. Gijón. 2000.
Asignación:
Resumir por escrito el cuento “La noche
boca arriba” e identificar su estructuración.
2 comentarios:
Excelente! Grande Olga!!!
Muy bien. Muchos afectos.
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